El Barrio de Alfama se encuentra en una de las siete colinas de Lisboa, justo enfrente del Barrio Alto y por encima de la denominada “Baixa Pombalina” o sea, barrio situado a nivel del Tajo.
Si el barrio de Belém queda al este de la ciudad, Alfama se sitúa al oeste. Para llegar hasta aquí podemos coger un tranvía típico, el número 28 (os lo recomiendo) o simplemente caminar un poco desde
Alfama es el barrio más antiguo de la ciudad, el que sobrevivió al terrible terremoto. Se trata de un barrio “pobre” a primera vista. Casas sencillas, humildes, nada monumental, solo el encanto de sus calles estrechas, sus fachadas con el azulejo típico portugués, los vecinos, los tendales asomando de las ventanas, las mujeres vendiendo en plena calle, tiendas antiguas de las que quedan pocas, sus cuestas, escaleras, patios, miradores… por todo esto, Alfama se merece una oportunidad de ser vista y “pateada”.
Nosotras caminamos durante horas por sus calles, metiéndonos por las más estrechas, observando las viejas, desgastadas, sencillas… pero a la vez hermosas fachadas de los edificios. Me sorprendió mucho el contraste con las otras partes de la ciudad. La verdad, no parece que en una capital europea pueda haber tanta “pobreza”. Me explico, no es que esté diciendo que sean pobres los que viven allí, sino que es la sensación con la que te vas de allí… y choca mucho con la zona de
Sin embargo considero que es fantástico que Alfama se mantenga igual que hace tantos años porque pocas ciudades podrán presumir de tener presente su historia pasada en el momento actual. Alfama es un recuerdo de la vida de antes, y por eso, al menos para mí, ya merece una visita. Irte de Lisboa sin haberlo visitado, es como visitar París y no ver
… ALFAMA …
Alfama es un conjunto de calles estrechas, con edificios antiguos, cuyas fachadas están decoradas con los azulejos típicos portugueses. Muchos de ellos están rotos o simplemente se han ido cayendo, pero su encanto no se “cae” con ellos. Si los azulejos son típicos, también lo son las macetas y tendales que asoman en las ventanas.
Al estar situado en una colina, todo son cuestas y escaleras, por eso, recomiendo un calzado cómodo en nuestra visita. Pero no os preocupéis, si por algo también se caracteriza el barrio es por la presencia de numerosos miradores. Nosotras sólo estuvimos en el de
Podéis llegar hasta aquí en el tranvía, porque la parada está justo al lado, pero creo que no lo apreciaréis tanto como si subieseis andando todas las escaleras que hay… es como un premio a vuestro paseo por el barrio.
Desde aquí vemos los tejados de los edificios, haciendo de las vistas un contraste entre el azul del Tajo y del cielo con el naranja de las tejas, increíble. Creo que todos los que hemos ido a Lisboa, tenemos una foto con este fondo típico.
En este barrio vamos a encontrarnos también con dos de los monumentos más destacados de la ciudad: el Castillo de San Jorge y
… CURIOSIDADES …
Muchos de los más importantes y famosos fadistas (el fado es la música típica portuguesa) salieron de Alfama, sintiéndose inspirados por la melancolía que desprenden sus calles. Caminando por sus calles puedes escuchar esta música que pondrá una banda sonora inolvidable a tu viaje a Lisboa.
En relación al tranvía, antes os decía que no perdáis la oportunidad de montar. El tranvía es una solución para moverse por estas calles empinadas y estrechas. Un viaje en tranvía es una experiencia increíble. Son vagones pequeños, de madera y no paran de moverse de un lado a otro, por lo que… ¡agarraros fuerte! Y otra cosa, fijaos en la cantidad de niños y jóvenes que para ahorrarse un billete, se agarran a los lados del tranvía para subir o bajar por las calles. Raro es no ver a alguno en la parte de atrás.
Ya para terminar me gustaría que escuchaseis la canción que para mí, siempre será la banda sonora de mi viaje a Lisboa. La canción es “Lisboa menina e moça” del fadista Carlos do Cormo. He encontrado un vídeo en youtube que la han utilizado, espero que os guste y si la escucháis, que me comentéis ok?
http://www.youtube.com/watch?v=RDRM2dJQDws
1 comentario:
La Alfama, Lisboa... cuánta saudade me entra simplemente leyendo tus palabras
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