Este restaurante se inauguró en el año 2010 en el
Barrio de Monte, en Santander capital, adquirido por el chef Jesús Sánchez y el
empresario Carlos Crespo, después de que el anterior restaurante cerrase.
El restaurante se ubica en una magnífica casona del
siglo XIX, junto a unas amplias zonas convertidas en aparcamiento y terraza. La
decoración interior y exterior es una perfecta fusión de lo antiguo y moderno,
en mi opinión, algo de lo más original, atractivo y acogedor, con elementos de
madera, espejos, grandes lámparas…
Vayamos por partes… la entrada al restaurante es un
aparcamiento con espacio para unos veinte vehículos y un pasillo y terraza que
te llevan hasta la entrada a lo que es propiamente el restaurante. En este
pasillo destacan unas enormes macetas blancas, a modo de iluminación nocturna y
en todo el recinto se observan plantas, palmeras, flores… La casona está
pintada en gris oscuro en su fachada exterior y en el interior, el color que
predomina en las paredes y decoración son los blancos, negros y grises. La casona
además, tiene amplios ventanales, lo que da al lugar mucha claridad.
El restaurante cuenta con varios comedores. Uno
principal, que según comentan en su página web tiene capacidad para 52
comensales que está en la planta baja. Los otros tres comedores son privados, reservados
para celebraciones más especiales y están localizado en el primer piso. En mi
caso, nosotros éramos un grupo de 19 personas y nos acomodaron en uno de éstos.
Personalmente, el comedor resultaba un poco justo para tantas personas, pero
comimos bien. Lo malo era la climatización, ya que tenían dos estufas que daban
mucho calor, pero en el momento en que se apagaban, empezaba a hacer fresco.
Vayamos a la comida y bebida… En el restaurante
disponen de carta y también de menús. Os animo a visitar su página web donde
podréis ver la amplia variedad de productos que ponen a nuestra disposición,
pero me gustaría comentar acerca de mi experiencia.
Al ser muchos comensales, optamos por el Menú sorpresa, un menú económico, por
18€, donde ponían en el centro de la mesa a compartir cuatro de sus platos, un
postre y bebida (agua y vino). Los platos en cuestión fueron Buñuelos cremosos
de bacalao, Arroz en paella, Solomillo de novilla con salsa de vino tinto y
otro arroz que no recuerdo el nombre, pero se trataba de un plato frío. El
postre consistía en una porción de tiramisú y helado de café como
acompañamiento. Bien, mi crítica a este restaurante no tiene nada que ver con
la calidad de los platos, al contrario, todos eran excelentes, sobre todo los
buñuelos y el solomillo, exquisitos… sino a la cantidad y a la variedad. Como
habéis visto, nos pusieron dos de los cuatro platos que tenía el menú, a base
de arroz, y por otro lado, en relación a la cantidad, a la gran mayoría de los
que estuvimos, nos pareció bastante escasa la cantidad de cada plato, sobre
todo, del de solomillo, del que tocamos únicamente a dos pequeños trozos, una
lástima, porque como decía, estaba espectacular. Como punto positivo tengo que
remarcar que a mí personalmente no me gusta el tiramisú ni nada que tenga café,
y me trajeron otro postre, arroz con leche caramelizada… buenísimo, pero de
nuevo, escaso.
La conclusión y que alguno de los que estuvieron
conmigo dijeron, fue que el error estuvo en no hacer reserva previa, ya que no
contaban con tantos comensales e improvisaron un poco, por eso, os recomiendo
que si vais, llaméis antes para reservar.
En cuanto al servicio, excelente. Los camareros te
iban explicando qué era cada plato, preguntaban qué tal estaba resultando todo,
si querías más bebida o pan… en general, de lo más atentos.
Por
último, os dejo los datos de contacto:
Calle
Repuente, 20, Santander
Teléfono:
942 342 726 - 648 446 937
Los horarios son:
Dias de cierre durante el otoño- invierno: Domingo
noche y Lunes. Martes y miércoles noche. Excepto festivos, víspera de festivo y
Semana Santa.
Saludos y espero que os sea de utilidad.
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