Pero vayamos por partes… ¿qué es Puerto Madero exactamente? Nos estamos refiriendo a un nuevo y moderno barrio de la ciudad de Buenos Aires, que se sitúa a los pies de su río, el famoso Río de la Plata, y muy próximo a la zona céntrica de la ciudad. Surge a finales del siglo XIX para dejar de lado al antiguo puerto colonial de la ciudad, aunque su imagen actual se debe a la década de los 90. Este barrio recibió su nombre de su visionario, Eduardo Madero, quien fue aprobado para acometer la construcción del nuevo puerto de la ciudad, para poder facilitar el transporte de mercancías y pasajeros.
Sin duda, lo que más llama la atención del turista es la amplia oferta de restaurantes, bares, locales nocturnos y terrazas que nos encontramos a la orilla del río, todos ellos alojados en los antiguos “docks” o edificios (ahora ya rehabilitados) del puerto. También cuenta con zona residencial y de oficinas, hoteles, centros culturales, la sede de la Universidad Católica Argentina… todo ello distribuido a lo largo de calles con nombres de personajes femeninos importantes de la historia, como Aimé Painé (princesa mapuche defensora de los derechos de los indígenas).
Estos edificios a las orillas del río y sede de los restaurantes de moda de la ciudad de los que os hablaba, están construidos en estilo inglés, con ladrillo rojo, dando un toque de uniformidad a toda la franja oeste de los diques, y junto éstos, hace de Puerto Madero una imagen de postal. Antiguamente, los “docks” se situaban a ambos lados del río, pero se demolieron dejando únicamente los que estaban al lado de la ciudad.
Otra de las vistas que más llaman la atención es el denominado Puente de la Mujer, obra del español Santiago Calatrava. El puente refleja la imagen de una pareja bailando tango, quizás lo más representativo de Argentina, aunque personalmente, me cuesta identificarlo y supone un símbolo de la nueva historia de Argentina. El puente es peatonal y mide 170 metros de largo y 6,20 metros de ancho dividido en tres secciones, de las cuales dos permanecen fijas en los márgenes del dique y una móvil que es la que gira sobre un pilón cónico de hormigón blanco ubicado en el río que permite el paso de embarcaciones. Además, cuenta con una aguja diagonal de acero de 39 metros de altura, de la que cuelgan los cables que soportan el tramo del puente que gira.
Otra de las atracciones que nos podemos encontrar en nuestro paseo por el puerto es la Fragata Presidente Sarmiento, que se encuentra amarrada en uno de los diques y se ha convertido en el primer buque escuela y utilizado actualmente como museo.
La única pega que encuentro personalmente a Puerto Madero es que resulta muy caro. Los restaurantes que nos encontramos en los antiguos “docks” no son para todos los bolsillos, más bien, para bolsillos que se puedan permitir precios altos… por ello, el barrio es el más caro de la ciudad de Buenos Aires. Sí, todos podemos disfrutar del agradable paseo a orilla del Río de la Plata, pero es bastante prohibitivo entrar en la mayoría de los locales.
Podéis encontrar más información sobre los servicios que ofrece Puerto Madero en su página web: http://www.puertomadero.com
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