La Grote Markt o Plaza Mayor se localiza en el centro de la vida de Brujas. Se trata de la plaza más importante de la ciudad, seguida de la de Burg (muy cercana a ésta). Tradicionalmente, este era el centro comercial de la ciudad y todavía hoy, continua en parte, con la misma función.
La plaza se trata de un gran espacio abierto rodeado de edificios antiguos y otros más modernos con singulares fachadas de colores. La Grote Markt se haya presidida por el inmenso Belfort (o campanario) en uno de sus laterales, sobre el edificio Halen. Este campanario gótico de 83 metros se construyó entre los siglos XIII y XVI y es uno de los lugares más característicos de la ciudad y de obligada visita junto a sus preciosos canales. Su importancia, aparte de su inmensidad, reside en que es en él donde se custodiaba la carta constitucional donde se recogían los derechos y privilegios de los ciudadanos de Brujas. Se puede subir hasta lo alto de la torre, después de subir más de 300 escalones a través de una estrecha escalera de caracol y desde lo alto, se puede disfrutar de unas maravillosas vistas de toda la ciudad en general, y de esta plaza en particular.
La fachada más antigua de todos los edificios de la Grote Markt se encuentra en otro de los laterales y data del siglo XV y se denomina Huis Bouchotte y aquí vivió Carlos II de Inglaterra durante los años 1956-1957. También encontramos el Palacio Provincial, un edificio de estilo neogótico que en su interior acoge el Consejo de Flandes Occidental. También, encontraréis aquí la oficina central de Correos.
Los otros dos lados se caracterizan por edificios con similar arquitectura, fachadas de alegres colores y de poca altura. En sus bajos, se hayan multitud de bares, restaurantes, cafeterías, chocolaterías… que le da un toque especial a la Plaza. En sus puertas, los restaurantes tienen colgadas las cartas con los platos más típicos, donde destacan sobre los demás, los mejillones, preparados de distintas formas. Destacan por ejemplo, Le Panier D´Or, Sint Joris o Central.
En el centro de la Grote Markt observamos una estatua que representa la lucha de los gremios para alcanzar su emancipación. En dicha estatua se representa a Pieter de Coninck y Jan Breidel, que fueron los dirigentes gremiales del siglo XIV que encabezaron esta rebelión contra los soldados franceses en el año 1302. Por lo visto, durante la “Bruges Matin”, condujeron a sus soldados contra los franceses el 18 de mayo de ese mismo año y acabaron con casi todos. Esta victoria propició una especie de independencia para las principales ciudades de los Países Bajos, incluída Brujas. Así, hasta el siglo XV se recogieron en la carta constitucional de cada ciudad derechos y privilegios de sus ciudadanos, como la libertad de comercio. Esta carta, se custodiaba en el Belfort.
A pesar de que os podéis encontrar con algún coche o autobús urbano, lo normal es ver únicamente peatones, bicicletas o coches de caballos circulando por la Grote Markt. Los coches de caballos son muy típicos en Brujas y permiten hacer un recorrido por la ciudad para mostrar todo su encanto a los turistas. El precio de alquiler del coche completo, si no recuerdo mal, era de unos 30€ aproximadamente.
Los inconvenientes que le encuentro, es la falta de iluminación en algunos edificios. El Belfort está bien iluminado, pero los demás laterales no, lo que le resta un poco de belleza al caer la noche.
… Mi opinión SoBRe eL LuGaR ...
Bueno, lo primero deciros, que no sé si lo sabéis, pero en Bélgica, al igual que en otros países cercanos, viven muchísimo la Navidad.
Cuando llegamos a la ciudad, nos dimos cuenta de que ya la tenían toda decorada para las fiestas, con luces en las calles, escaparates llenos de color y con San Nicolás presente en todos ellos (es la fiesta que celebran allí y es él quien lleva los regalos a los niños el 6 de diciembre) y al entrar en la plaza la sorpresa fue mayor, porque en medio de ella ¡habían puesto una pista de hielo para patinar! Y todo alrededor, muchas casetas de madera donde se vendían adornos de navidad, ropa, complementos, y también las había para degustar comida y bebidas típicas de la época. Pero, no eran las típicas casetas que pueden poner por ejemplo, aquí en Salamanca, sino que todas eran iguales, con su tejado, de madera, muy bonitas… no sé, me encantó el ambiente que se respiraba allí.
La verdad, es que era fantástico, porque desde por la mañana, había música puesta (con canciones incluidas de “Para bailar la bamba…” o “¡Qué viva España!”, Goyo y yo flipados…) y los puestos estaban llenos de gente. Las luces se encendían en cuanto empezaba a oscurecer (16-17 horas) y le daba ese toque mágico y especial a la plaza.
No sólo el centro de la Grote Markt estaba adornado, sino que las fachadas de los edificios que tenían en su interior restaurantes, bares… habían puesto luces de colores por todo el perímetro de sus fachadas, lo que una vez más, por si lo otro no era bastante, hacía que te sintieses en medio de un cuento de hadas, o mejor dicho, en medio de un cuento de navidad.
Os pongo unas cuantas fotos para que lo veáis por vosotros mismos. ¡Por cierto! En la plaza hay un restaurante de comida rápida, Quick! Que desde su primer piso, podéis disfrutar de unas vistas muy bonitas de la Grote Markt.
Si queréis llevaros a casa un recuerdo de Brujas, yo os recomendaría comprar unas casitas que venden en prácticamente todas las tiendas de souvenirs, e imitan la arquitectura de las fachadas que encontramos, ya no sólo en esta plaza, sino en toda la ciudad. Su precio ronda los 3.50€ y podemos encontrar una chocolatería, cervecería, tienda de patatas fritas, restaurantes, etc… Nosotros trajimos dos a mi madre y dos a mi suegra, y les han encantado :)
Nada más. Espero que os haya gustado y sobre todo, que os anime a visitar esta ciudad, que desde luego, se ha convertido en mi preferida.
Un beso!
www.trivago.es